Las economías modernas, pobres o ricas, tienen algo en común: la concomitancia de los combustibles fósiles en la estructura de su economía. Sin embargo, el desequilibro en la ecuación que une los yacimientos de petróleo, el aumento de la población
Las economías modernas, pobres o ricas, tienen algo en común: la concomitancia de los combustibles fósiles en la estructura de su economía. Sin embargo, el desequilibro en la ecuación que une los yacimientos de petróleo, el aumento de la población